Cuando pensamos en las figuras destacadas del cine canadiense, no podemos pasar por alto a la talentosa y única Pierrette Robitaille. A lo largo de su carrera, ha entregado actuaciones que no solo han cautivado al público sino que también han sido aclamadas por su profundidad y humanidad. En este repaso por las mejores películas de Robitaille, vamos a adentrarnos en aquellos films que han dejado una marca indeleble en la historia del cine, y revelaremos por qué cada una de estas obras merece ser revisitada una y otra vez.
3. Mamá está en la peluquería (2008)
Ambientada en el verano de 1966, Mamá está en la peluquería es una película que invita a la reflexión, donde Robitaille despliega su capacidad para dar vida a personajes profundos y llenos de matices. Interpreta a la madre de una familia que, tras abandonar a sus hijos, les deja en una situación de incertidumbre y autodescubrimiento. La película ofrece una exploración delicada de las dinámicas familiares y las crisis personales, destacándose por su sensible narrativa y por la brillante actuación de Robitaille, quien logra capturar el dolor y la complejidad de su personaje.
2. Acuerdo forzado (1990)
A veces subestimada pero definitivamente digna de este top, Acuerdo forzado es una película impactante que nos adentra en las complejidades de las relaciones humanas y los intrincados acuerdos que hacemos para sobrellevar los giros del destino. Robitaille ofrece una actuación sobria y llena de matices, representando a una mujer que debe enfrentarse a un pasado difícil y a las consecuencias de sus decisiones. Su capacidad para evocar emotividad sin caer en el melodrama la coloca como una segunda insuperable hasta que descubrimos la joya que ocupa nuestro primer lugar.
1. Vic+Flo vieron un oso (2013)
La cumbre de la carrera de Robitaille y merecidamente en el número uno, Vic+Flo vieron un oso es una obra maestra del cine canadiense independiente, dirigida por Denis Côté. En esta película, Robitaille interpreta a Victoria, una mujer que tras salir de prisión busca reiniciar su vida en un remoto lugar en los bosques de Quebec, junto con su amante Florence. El filme mezcla elementos de un oscuro y subversivo cuento de hadas con un drama criminal, creando una narrativa cautivadora y emocionante. La habilidad de Robitaille para encarnar a Vic muestra su alcance como actriz, manteniendo al espectador pegado a su asiento durante cada giro inesperado de la trama. Su actuación es intensa, velada y repleta de sutilezas, lo que hace que esta película no solo sea imprescindible en su filmografía sino en el cine de autor contemporáneo.
