Matthew McGrory, conocido por su imponente altura y presencia en pantalla, ha dejado una marca indeleble en la industria del cine. A lo largo de su carrera, ha asumido roles memorables en diversas películas. A continuación, te presentamos una selección de sus mejores trabajos, ordenadas desde la menos destacada hasta su mejor interpretación.
3. El Zumbido (Bubble Boy, 2001)
En esta comedia dramática, Matthew McGrory interpreta a un miembro del excéntrico circo donde el protagonista, Jimmy, se aventuró en busca de su amor. La película narra la historia de Jimmy Livingston, un joven que vive en una burbuja debido a su sistema inmune deficiente, y que decide perseguir a su amor de la infancia. McGrory añade un toque surrealista y entrañable con su actuación, interpretando a un personaje que enfrenta sus propias limitaciones.
2. La Casa de los 1000 Cadáveres (House of 1000 Corpses, 2003)
Dirigida por Rob Zombie, esta película de horror cuenta con la fascinante e inquietante actuación de McGrory como Tiny Firefly. La historia sigue a un grupo de adolescentes que se encuentran en una pesadilla después de quedarse varados cerca de la casa de una familia de depravados. La atmósfera oscura y retorcida se magnifica con la silueta imponente de McGrory, quien interpreta a un miembro deformado y de apariencia siniestra de la familia Firefly, dejando una impresión imborrable en la audiencia.
1. El Gran Pez (Big Fish, 2003)
Considerada la mejor actuación de Matthew McGrory, su papel en «Big Fish» es tanto conmovedor como memorable. Bajo la dirección de Tim Burton, la película es una narrativa fantástica y visualmente impresionante sobre la vida de Edward Bloom, un hombre que cuenta historias exageradas sobre su vida. McGrory interpreta el papel de Karl el Gigante, un personaje que desempeña un rol fundamental en las historias de Bloom. La relación entre Karl y Edward es uno de los aspectos más emotivos y mágicos del film. La impresionante altura y la presencia carismática de McGrory se utilizan de manera excepcional, agregando una capa de misticismo a la película. Esta interpretación resuena profundamente con la audiencia, consolidando su lugar en la historia del cine.